Tres partidos separan al Madrid
de alzarse con su segunda Copa del Rey en tres años. Mourinho, dando por
perdida la liga pese a haber recortado tres puntos al Barcelona, quiere
conseguir de nuevo este trofeo para dar una alegría al madridismo. No lo tendrá
fácil. Del partido que se disputa esta noche saldrá el equipo que se mida a los
blancos en semifinales. El Málaga recibe en La Rosaleda al líder de la liga, y
a pesar del buen resultado en la ida (2-2) y de jugar en casa los de Pellegrini
conocen la dificultad del choque en una eliminatoria que está al 50%
Cuando el técnico luso llegó al
Real Madrid se le contrató principalmente para destronar al Barcelona, que en
ese momento controlaba la hegemonía del fútbol mundial. En su primera temporada
en el banquillo, Mou consiguió algo que el madridismo llevaba 17 años
esperando, levantar el título de la Copa del Rey. Casillas alzó por primera vez
el trofeo en Mestalla –estadio talismán para los merengues- frente a los
jugadores culés, algo que endulzó más la reconquista del título. La pasada
temporada la aventura madridista en la Copa finalizó en cuartos de final,
cuando el Barcelona le eliminó tomándose la revancha de la pasada final.
Antes de la llegada de Mourinho
al mando del equipo, hay que remontarse a la temporada 2005/06 para ver al Real
Madrid en semifinales de la copa. En esa ocasión, el Zaragoza eliminó a los
blancos, que a pesar de ganar 4-0 en la vuelta se quedaron a un gol de llegar a
la final, pues perdieron 6-1 en La Romareda. Las temporadas siguientes, el
Madrid pasó sin pena ni gloria por esta competición, sufriendo importantes
golpes, como una eliminación a doble partido contra el Real Unión o el ya
conocido “Alcorconazo”.
Sin Di maría ni Coentrao
Volviendo a la actualidad, el
pase a semifinales le ha salido caro al Madrid. En Mestalla el partido comenzó raro tras la
lesión de Iker Casillas por una patada involuntaria de Arbeloa. Adán tuvo de
nuevo su oportunidad. En un partido insulso, sin claras ocasiones ni dominador,
Benzema adelantó a los blancos al borde del descanso tras un error en la zaga
ché. El resultado cambió en la segunda parte, cuando Coentrao recibió una clara
segunda amarilla (la primera muy rigurosa) y tuvo que irse al vestuario dejando
al equipo con 10. Tino Costa, con la ayuda de Adán empató el partido de falta
directa, y el equipo valenciano por un momento creyó en la remontada.
Pero fue una mera ilusión. El
Madrid se replegó, Mourinho dio entrada a Nacho Fernández por Özil y el equipo
funcionó como un bloque compacto, cuya única misión era contener los ataques
rivales y aguantar el balón. En un partido que no pasará a la historia del
fútbol, Pérez Lasa tomó el protagonismo del mismo. Si en la ida la actuación
arbitral pudo favorecer al Madrid, la situación en Mestalla se revirtió con
graves errores del colegiado.
En la primera parte Victor Ruíz
salió impune de una agresión a Di María, un pisotón sin balón al gemelo del
argentino. No hubo ni falta. De la misma forma, Joao Pereira, un tanto revolucionado
sólo recibió amarilla tras un recital de patadas, centradas sobre todo en
Cristiano Ronaldo. Tras la vuelta del descanso y la expulsión de Coentrao, la
situación continuó en la misma línea. Cissokho saltaba siempre con los codos
por delante, algo que reclamaba un impotente Cristiano. Banega agredió de nuevo
a Di María con un manotazo, pero fue el argentino quien fue expulsado tras
soltar la pierna a Joao Pereira, y caer en su propia trampa. Cristiano siguió
recibiendo faltas de todas las formas pero fue él quien acabó el partido con
amarilla tras frenar una contra. Decisiones arbitrales que no dejan en muy buen
lugar el criterio de Pérez Lasa.
Sin duda, las expulsiones de “El
fideo” y Coentrao son la nota negativa en un partido con poco fútbol que sólo
sirvió para encaminar el pase del Real Madrid a semifinales de la copa.
Dani Mozas
@danigonzamozas
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