Las Palmas saltó al campo con el objetivo prioritario de parar cualquier acción peligrosa que merodeara la portería de Mariano Barbosa y así lo cumplió. En los primeros minutos, los de Lobera se vieron fuertemente presionados por el conjunto franquirrojo que saltó dispuesto a empatar rápidamente. Un córner mal defendido por los canarios, llegada la quincena de minutos en el luminoso, pudo cambiar la historia del encuentro cuando Pignol despejó el balón, en una jugada embarullada casi en boca de gol. Una jugada muy protestada por los de Jémez, debido a una posible mano del lateral francés.
Eran minutos de dominio absoluto del equipo local con infinidad de llegadas repelidas por el muro amarillo. La Unión Deportiva no encontraba el camino para controlar el esférico y se realizaban numerosos balones a tierra de nadie. Sin duda, pueden considerarse los peores minutos de los visitantes en el partido, aunque administrando ventajosamente el resultado de la ida. Pocas complicaciones y la defensa amarilla cumplía con creces, a pesar de la salida del once de Murillo y Dani Castellano por David García y Corrales. Buen orden defensivo que daba al traste con el empujón inicial de los locales.
No sería hasta mediada la primera mitad cuando veríamos los primeros acercamientos tímidos de los amarillos en las botas de Nauzet Alemán y Thievy, sin fortuna en el disparo. Se estiraban los canarios pero sin llegada, mientras que los vallecanos no podía encontrar huecos entre la tela de araña tejida por Las Palmas. Compases espesos en el juego de ambos equipos, que sólo alguna acción a balón parado rompía con la monotonía del partido. Llegaríamos de esta forma al descanso, en un encuentro intenso pero sin grandes ocasiones. El juego de los de Lobera era muy pragmático, tal y como pedía la situación.
Ya en la segunda mitad varió el juego, con los de Jémez más cansados tras el gran esfuerzo ejercido en la presión del primer tiempo. Los dos contendientes buscaban el balón pero sin apretar mucho al rival. Las Palmas esperaba paciente su oportunidad y el Rayo era incapaz de sobrepasar las líneas enemigas. En este tramo de la contienda se definiría el encuentro. Los madrileños dejaban huecos atrás, los amarillos salían rápidos y fruto de ello tanto Javi Guerrero, trastabillado delante del guardameta, como David García en el segundo palo pudieron abrir el marcador en la reanudación.
En estos momentos fue cuando el ex entrenador amarillo, Paco Jémez decidió dar el impulso definitivo a su equipo con la entrada de Trashorras y Baptistao, dejando al equipo con tres centrales. Una presión que poco le duró a los locales, con la expulsión de su meta Rubén. Una salida veloz de Las Palmas en ataque que cogía a la defensa del Rayo saliendo, acabó con el balón en los pies de Chrisantus, que se quedó mano a mano con el portero y éste tocó el balón con la mano fuera del área. Falta en la frontal y un jugador menos, como ya ocurriera en el partido de ida. De ahí al final poca tela que cortar, los de Lobera contemporizaban el juego y los de Jémez notaban claramente la inferioridad. Mal partido de los locales, que incluso con once en el terreno de juego no hicieron trabajar a fondo a Barbosa en ninguna ocasión. Empate a cero que hace justicia y permite el pase del conjunto de menos categoría.
Octavos de final
Los amarillos se verán las caras ahora contra el Real Betis Balompié en los octavos de final de la Copa del Rey. Una ronda que no alcanzan desde hace más de 10 años, la última en 1996-1997 cuando el conjunto canario superó al Valencia e incluso llegó a semifinales frente al FC Barcelona, que a la postre sería el campeón de aquel año. La ida será en Gran Canaria el próximo 12 de diciembre.
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