Amarrategui Blues por Memphis.

Los Memphis Grizzlies han cambiado mucho en los últimos años, sino que pregunten a los Gasol. Hasta hace dos temporadas la franquicia del estado de Texas no había ganado ningún partido en Play-off. Ahora se vive una realidad opuesta en los Grizzlies y nada queda de los enfados de Marc Gasol tras los partidos rajando ante los medios de comunicación o las frustraciones de Pau ante los pocos recursos de la franquicia para mejorar la plantilla. A estas alturas de temporada son de los mejores equipos de la liga con un setenta y cinco por ciento de victorias y jugando con un estilo constante.

Este estilo se basa en una defensa muy ordenada, muy intensa y muy efectiva. Son el equipo que menos puntos permite a los rivales (89 ppp) de toda la liga y además acumulan una estadística brutal en robos de balón, ya que llevan más de dos años recuperando diez balones o más en cada partido. En el aspecto ofensivo no hay tanto brillo, pero consiguen ser bastante efectivos, gracias a que cada jugador ha encontrado su rol y también a que cuentan con la mejor pareja interior de la NBA. La asignatura a mejorar, sin duda, es el banquillo, ya que desentonan bastante con el quinteto titular y su aportación es muy irregular.

Por otra parte, el juego del equipo no es muy vistoso, siendo bastante complicado acabar de ver los partidos, causando que normalmente te acomodes demasiado en el sofá durante la madrugada. El entrenador, Lionel Hollins, es uno de los ilustres dentro del selecto grupo de los ''Amarrategui Blues'', como diría Andrés Montes. Y es que el juego que practica su equipo es tan constante como los doce compases del género musical, a veces tanto, que solo alguna salida de tono del alero titular, Rudy Gay, te libra de las buenas noches.

Todos deseamos que el equipo del mediano de los Gasol cumpla con las grandes expectativas que se están generando alrededor del equipo, pero que nos ayuden para no tener que recurrir a una sobredosis de cafeína.