Como cada año con la llegada de
la pretemporada de Fórmula 1 se plantea la duda de si la escudería campeona
podrá mantener el nivel, mejorarlo o decaerá su rendimiento. Cabe recordar que
desde 2009, cuando Brawn Gp consiguió el campeonato de la mano de Jenson
Button, ha sido Red Bull la que se ha encontrado en esta situación y ha
conseguido tres títulos consecutivos. Algo muy complicado en la competición
actual dados los continuos cambios de reglamento temporada tras temporada.
Precisamente el campeonato de 2013 depara muy pocas
novedades en cuánto a cambios, lo que reduce la capacidad de mejora del
monoplaza. Una disminución en la sorpresa que juega en contra de Red Bull y su
búsqueda de lagunas en la normativa. El propio Adrian Newey, jefe técnico del equipo, ha comentado que "no habrá sorpresas, el coche del año que viene va a ser
en gran medida una evolución del de este año. Cada vez es más difícil encontrar
mejoras porque no hay cambios significativos en el reglamento". Por
lo que la igualdad, a priori, dominará las primeras carreras, como ya vimos
este año con siete ganadores distintos en las mismas primeras citas.
Modificaciones
en el reglamento
En
primer lugar, la utilización del DRS
quedará limitada en las sesiones libres y clasificación a las zonas de detección establecidas, tal y
como sucede actualmente en las carreras. Hasta ahora, su uso era libre tantos
los viernes como los sábados. La FIA argumenta razones de seguridad, debido a
que han habido un buen número de incidentes. Una libertad de uso de este
elemento que beneficiaba a Red Bull. ¿Por qué?, Porque la escudería austriaca
siempre ha contado con un DRS
más desarrollado que el resto de equipos, pero desde el pasado GP de Singapur esa
ventaja se ha ido multiplicando. El propio Newey introdujo el doble DRS
incrementando así el rendimiento del monoplaza en las curvas rápidas. A partir
de entonces Red Bull ocupó pole position el sábado. Sólo superados en Brasil
por Hamilton.
También
en el apartado técnico, se realizarán pruebas
más estrictas de flexibilidad en
los alerones precisamente ante las polémicas generadas sobre el propio equipo
austriaco esta temporada. Por otro lado, los neumáticos estrenan una
arquitectura interna muy alejada de la que hasta ahora venían usando, y eso
conllevará que las ruedas pesen más. La FIA ha decidido compensar este aumento
en kilos elevando al mismo tiempo el peso mínimo autorizado para los monoplazas.
Además, se permitirá el uso de un faldón que elimine el escalón del morro de
los coches, que según Charlie
Whiting “había causado insatisfacción en los aficionados por su
aspecto estético”. Una innovación aerodinámica que al ser quitada, hará que prácticamente todos los equipos
deban modificar en gran parte sus diseños.
Otro
punto importante será la eliminación de la posibilidad de detenerse en pista
durante la calificación por causa de “fuerza mayor”. En este sentido, la FIA
determinará la cantidad de combustible que el coche habría utilizado para
volver a los boxes y lo agregará a la muestra mínima de un litro que tiene que
quedar para ser analizado. Si el coche conserva menos gasolina que esa, será
enviado a la última posición de la parrilla automáticamente. Una penalización
que ya han sufrido esta temporada Hamilton y Vettel. Y por último, los equipos
tendrán menos permisos que administrar para trabajar durante la noche: Si este
año se permitía romper la prohibición
hasta cuatro veces, en 2013 las escuderías sólo podrán hacer dos excepciones.
Todas estas medidas reducen por lo tanto la creatividad
de Newey, puesto que son precisamente las
grandes modificaciones de la normativa las que han hecho que el británico sacara
a relucir cada año su ingenio aerodinámico, para sorprender con alguna extraña
innovación imposible de alcanzar para los competidores. Lo cual, viene
sucediendo desde 2009, cuando el monoplaza ya era el más rápido en parrilla en
la segunda parte del campeonato a pesar de los dobles difusores de los Brawn.
Ya en 2010 la FIA prohibía los repostajes y llegó el primer doblete de la
escudería austriaca y el primer título de Vettel con el famoso difusor
soplado. Una invención que valdría para ganar en 2011 con una clara
supremacía. Precisamente fue la prohibición de esto, junto con los mapas
de motor extremos y el endureciendo de los tests de
flexibilidad, lo que ha hecho que este año tardaran en dar con la tecla del
coche campeón.
Sin embargo, 2013 no depara grandes cambios por lo que el límite
de cada monoplaza está cercano y eso puede estrechar distancias. Además, del
retraso que puede llevar en su desarrollo el RB9 de la próxima campaña al
mejorar hasta la última fecha el de este año.
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