Ya,
como anecdóticas serán las modificaciones en el peso del coche debido a que los neumáticos Pirelli para 2013 serán más
pesados, con una arquitectura interna diferente a las utilizadas. Por lo que la FIA aumenta el peso mínimo de los monoplazas de 640 a 642 kg. Algo que afectará a
todas las escuderías por igual. De momento, con
las novedades en este terreno, todo apunta a que las carreras serán
estratégicamente más movidas en la pista y en boxes por la mayor degradación. Una modificación que no significará ningún cambio extraordinario, del mismo modo que la
eliminación del “morro de pato”, por razones estéticas ante la “fealdad” de
los
coches, obligando a cubrirlo con un
panel de fibra de carbono, no va a afectar a la aerodinámica pero dará la sensación de
continuidad en el monoplaza.
Además, se
realizarán pruebas
más estrictas
de flexibilidad en
los alerones
precisamente ante las polémicas generadas sobre el propio equipo austriaco esta
temporada. Otra medida que puede ir en detrimento de Red Bull, puesto que al
final de la temporada 2012, disponían de un morro delantero flexible puesto en
duda por muchos equipos. A partir de
ahora, los monoplazas serán examinados con lupa para evitar que los alerones
sean más flexibles de lo debido.
De resto en cuánto a los monoplazas, realmente poco
sabemos hasta ahora. Parece que Red Bull
comenzará la temporada con un ligero retraso de desarrollo, que le puede
afectar en los primeros meses de competición, algo que ya observamos la campaña
pasada con el cambio de reglamento, pero ya se sabe la capacidad de Newey para
solventar estos problemas durante el año. Además, les favorece el hecho de que
no hay grandes cambios, puesto que, el
RB9 será una evolución del arrollador RB8
al final de temporada. Así que, a priori, parte con la ventaja del trabajo bien
hecho en 2012.
Mientras en Ferrari, apostarán
en 2013 por evolucionar el doble DRS pasivo, que ya comentamos antes, y por las
suspensiones traseras y zona del semieje, tan abandonados el curso anterior.
Una zona que Red Bull supo aprovechar en combinación con los escapes soplados.
Y por último, la escudería italiana mantendrá la suspensión delantera “pull-rod”,
que probablemente será copiada por Mclaren y Mercedes. Por el contrario, Newey
mantendrá el “push-rod”, que aporta mayores posibilidades para mejorar el
rendimiento de los neumáticos. En definitiva, pocos serán los cambios y Red Bull parte en cabeza por ello, pero
la imposibilidad de llegar a ciertos límites puede beneficiar la igualdad de la
parrilla, dónde parece clave la fiabilidad, gran punto a favor de Ferrari.

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