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martes, 29 de enero de 2013

Messi apunta al Clásico


Leo Messi se lleva el balón tras lograr cuatro goles frente a Osasuna. Foto: Mundo deportivo

Con 25 años ha pulverizado un sin fin de récords desde que debutó allá por 2004. Es el jugador con más goles en una sola temporada liguera con 50 (2011/12); el que más tantos ha conseguido en un año natural (91 el año pasado); el único capaz de anotar en 11 partidos consecutivos (y subiendo); y cómo no, el único que ha ganado en cuatro ocasiones el Balón de Oro, además de forma consecutiva.

Podríamos enumerar un sin fin de récords del ‘10’ culé pero sus números son producto de un trabajo tanto individual como colectivo que le permiten engordar día a día sus registros personales. Ese trabajo en la sombra es el que nos ocupa.

El partido ante Osasuna fue una muestra más del poderío de Messi. A medida que el encuentro cambiaba de ritmo Leo lo hacía con él. Osasuna comenzó con un equipo más aguerrido que otros días con Lolo, Raoul Loe y Oier en la medular y una defensa adelantada para evitar el juego entre líneas del argentino. Arriba la presión era asfixiante hasta los tres cuartos de campo, Puyol y Mascherano eran los encargados de sacar el balón por lo que el peligro sólo podía llegar mediante diagonales profundas o contra-ataques. La presencia de Xavi, Thiago y Busquets apenas inquietaba, Messi debía buscar el esférico muy atrás arrastrando a uno de los centrales y provocando la superioridad de Pedro y Villa en los costados. Sacrificar su llegada para permitir profundidad por las bandas era lo que demandaba su equipo y él lo cumplía a la perfección.

No obstante, la primera conexión no tardó en llegar. Andrés Fernández falló un despeje, el balón cayó en los pies de Xavi y el catalán la puso perfecta para que Messi abriera el marcador. La lectura es clara: ante una recuperación y control de los centrocampistas azulgranas el ‘10’ se cuela entre los centrales, controla y define con calidad.

Messi celebrando un gol.
Foto: Diario de León
Osasuna logró el empate pero sin tiempo para asimilarlo, un penalti cometido por Arribas tras una mano dentro del área dejaba a los rojillos con diez hombres. Leo llegaba a los 200 goles en Liga y quedaba mucho encuentro por delante.

Con uno menos el tempo del encuentro cambió: la línea de tres en el medio ahora era de dos y del 4-2-3-1 habitual de Mendilibar se pasó a un 4-2-2-1. El objetivo del técnico vizcaíno era evitar de nuevo las recepciones fáciles por el centro y la lectura de los jugadores locales fue otra vez correcta. Los laterales se ofrecían con mayor asiduidad (sobre todo Dani Alves que realizó un gran encuentro) y tanto Xavi como Thiago o Sergio Busquets hacían circular el balón con fluidez evitando que el equipo navarro pudiera bascular con certeza. Así llegaron todas las ocasiones; con balones picados buscando la espalda de la defensa osasunista o aperturas hacia las bandas para Villa y centros precisos.

Messi lee cada sistema contrario de la manera más adecuada para el juego blaugrana. En el cuarto gol la jugada nace en sus botas, abre hacia la banda izquierda para Villa, Marc Bertrán falla en la marca y el asturiano espera la continuidad de Leo que resuelve en el mano a mano regateando de nuevo al guardameta visitante.
Gol de Messi (4-1) frente a Osasuna

En el 5-1 hace de ‘killer’ apareciendo en el área pequeña para empujar el esférico tras un centro de Adriano. Es otra de las facetas del argentino, otra de sus virtudes.
Gol de Messi (5-1) frente a Osasuna

Tras los cuatro goles conseguidos frente a Osasuna suma ya 202 tantos en Liga, convirtiéndose en el jugador más joven que rebasa los 200. El estado de forma en el que llega Leo Messi es la mejor carta de presentación del Barça de cara a las Semifinales de Copa del Rey frente al Real Madrid. Sus 44 goles y 11 asistencias esta temporada impresionan. ¿Hasta dónde llegará 'La Pulga'?

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