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miércoles, 27 de febrero de 2013

Inmessionante Cristiano



Cristiano celebrando el 0-1 en el Camp Nou
Cristiano Ronaldo vive el mejor momento de su carrera deportiva. Anoche, en el feudo de Leo Messi el portugués volvió a erigirse como protagonista del encuentro tras marcar un doblete que certificó el pase del Real Madrid a la final de la Copa del Rey silenciando como pocas veces al público barcelonista. En una época en la que está prohibido dudar de que Messi es el Dios del fútbol, el portugués volvió a mandar un mensaje a todos los aficionados de este deporte, sembrando como poco dudas ante la hegemonía del 10 blaugrana. Argentino y luso tienen la suerte de convivir en una  misma era futbolística, siendo ambos las respectivas estrellas de los dos grandes de la liga española, algo que les ha llevado en los últimos años en numerosas ocasiones a compartir escenario en un mismo terreno de juego.

Si bien es cierto que años atrás Messi no tenía competencia, y el conjunto blanco se resignaba a intentar frenarle de cualquier forma  concediendo todo el juego al entonces equipo de Guardiola, la situación actual ha dado un giro de 180 grados. Cristiano ha revertido esa realidad asumiendo el protagonismo del equipo en los partidos decisivos, todo lo contrario que La Pulga, que se ha amilanado cuando el Barça más lo necesitaba. Los datos en liga favorecen a Messi, quien ha conseguido 38 goles marcando durante 15 jornadas consecutivas, algo histórico. Por su parte el luso, que lleva 24 tantos en dicha competición, con el doblete copero de la pasada noche logró marcar consecutivamente en sus 6 últimas visitas al Camp Nou, algo que no ha conseguido ni el propio Leo.

Ronaldo deslumbró ante un irreconocible Messi
Entrar en esta comparativa entre los dos mejores jugadores del mundo tras lo sucedido en el último Clásico (1-3) no es oportunismo. El crack madridista lleva dos temporadas demostrando su nivel de juego, determinación y galones en el equipo blanco, disfrazándose de superhéroe en cada enfrentamiento frente al eterno rival, y en consecuencia, frente a Messi. El Barcelona no encuentra la forma de desactivar la velocidad en carrera del portugués, lo que le permite ser imparable cuando su equipo encuentra espacios en el campo. En los octavos de Champions, la gran cita deportiva de la temporada, Ronaldo se elevó con un espectacular salto para dar alas al Real (1-1) en el partido de vuelta en Old Trafford. El argentino, mientras tanto, pasó desapercibido en San Siro, de la misma forma que en el doble partido copero frente al Real Madrid, donde no pudo romper la línea defensiva propuesta por Mourinho ni una sola vez.

El rosarino tiene una oportunidad de oro para demostrar el porqué es considerado por muchos como el mejor de la historia. La vuelta frente al Milán en el Camp Nou marcará la temporada del Barcelona y el devenir de su máxima estrella, que últimamente, le pese a quien le pese, se está viendo superado por el 7 blanco. Cristiano también tiene la ocasión de volver a reivindicarse ante su ex equipo en el “Teatro de los sueños” para vivir de nuevo una noche mágica de fútbol y superar individualmente a Messi, algo con lo que sueña el ídolo madridista. Al menos en la pasada noche copera, “el Mesías” vistió de blanco.

Dani Mozas
@danigonzamozas

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