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miércoles, 8 de mayo de 2013

LAS DOS CARAS DE MOU





El ciclo de Mourinho en el Real Madrid parece haber llegado a su fin. Nadie podía imaginar, dos semanas atrás, que al abandonar el club el entrenador lo haría en un clima de crispación tan elevado. Y no fue la eliminación de un Real Madrid que estuvo cerca de obrar el milagro para ir a Wembley lo que provocó  esta situación. El desencadenante fue la reiteración y el menosprecio del técnico por el portero madridista, con el que llegó la defensa de Pepe y un rechazo de la plantilla hacia el míster. Todo ello ligado a una creciente y gradual animadversión por los simpatizantes madridistas hacia el entrenador, que en cada rueda de prensa ha ido perdiendo más adeptos; Mourinho se va, el equipo debe renovarse y sacar conclusiones de estos tres años que ha estado bajo los mandos del entrenador más polémico del mundo.

CHAMPIONS

Mourinho Sí
Mourinho consiguió meter al Real Madrid por tercer año consecutivo en una semifinal de Champions, en un contexto en el que el equipo alargaba una agonía de seis temporadas sin pasar de octavos. En la 2010 cayó frente al Barcelona, en un duelo que pasara a la historia por la expulsión de Pepe a Alves. Un año siguiente fue el Bayern, el coco alemán, quien eliminó al equipo  tras una tanda de penalties en la que Sergio Ramos mandó al limbo la ilusión de tantos aficionados. Y llegó el Borussia. Y de nuevo se esfumó el sueño con esa mezcla entre orgullo y desilusión que impregnó de nuevo a cada aficionado madridista. Con Mou  el equipo dio la cara en esta competeción, recuperó sensaciones de tardes gloriosas, pero no bastó para la reconquista.

Mourinho No
Florentino apoyó al entrenador en todo momento. La idea del presidente centró su atención en dos focos: Finalizar con la hegemonía blaugrana y la conquista de la Décima. El Madrid cambió su racha en esta competición, pero no ha sido suficiente para alzar el ansiado trofeo. Ni Mou pudo hacerse con su tercera Champions ni, por consiguiente, el Real Madrid cumplió su ambicioso objetivo tras la contratación del entrenador más mediático.

HEGEMONÍA BLAUGRANA



Mourinho Sí
En su duelo personal frente al eterno rival, Mourinho salió vencedor. En su tercera temporada los blancos se impusieron tanto en Supercopa, en liga (empate en Camp Nou y victoria en Chamartín) como en Copa del rey, donde el equipo mostró en la vuelta una superioridad que ya parecía perdida. Ya en su primera campaña, derrotó al Barcelona en la final copera, devolviendo al club un título que parecía olvidado desde hacía 18 años. Luego llegó el año de los récords, de puntos y goles, y el adiós de Guardiola, el emblema del mejor Barça de la historia. José Mourinho acabó tomando la medida al Barcelona, que solo consiguió ganar (3-2 ida Supercopa) uno de los últimos 8 clásicos.

Mourinho No
El camino para frenar la hegemonía culé ha sido largo y pedregoso. Ya en su primer enfrentamiento, Mou sufrió al mando del equipo su victoria más humillante (5-0), la famosa manita acompañada de un baño futbolístico. Después de abroncados clásicos  y trivotes, los culés eliminaron al Madrid en semifinales de Champion  El curso siguiente, el Barcelona se impuso en una Supercopa que Messi decidió en el último instante y más adelante en otros igualados cuartos de Copa del Rey. El balance total en los 17 duelos Mourinho-Barcelona es de 6 victorias culés, 5 madridistas y 6 empates. Números aparte, hay que dejar constancia de que el portugués acrecentó con sus comentarios y actuaciones –personificados en el dedo en el ojo a Vilanova- la mayor animadversión que se recuerda del club catalán hacia el Madrid.

PLANTILLA Y PODER

Mourinho Sí
Hablar de el de Setúbal es hacerlo de una personalidad con un carácter único, capaz de manejar todo cuanto le rodea. Mourinho se hizo con los mandos de la plantilla, contando con un apoyo unánime de Florentino. Ello le propició ser el mandamás del club, un dominio que le llevó a tomar sus propias decisiones, enfrentándose a directivos y parte de la afición. En un club como el Madrid, es clave tener una figura que no se deje amedrentar por la prensa o afición, y tomar las decisiones por su cuenta es algo que no se veía en Bernabéu desde hacía bastante tiempo.

Mourinho No
En la concesión plena de poderes, Mourinho echó de la entidad a personalidades de la casa como Valdano, a quien acusó de no defender los intereses blancos. También los jugadores fueron señalados cuando los resultados no eran positivos. Khedira, Di María, Benzema y  Özil fueron ninguneados por el técnico luso. También Ramos, quien además se enfrentó a él públicamente. Incluso Cristiano, que parecía el intocable de la plantilla, fue abroncado por el entrenador en un partido clave en el que le pedía más presión defensiva. Y Pepe, quien tras posicionarse a favor de su capitán, parece que no volverá a jugar lo que resta de temporada.

MOURINHO-CASILLAS



Mourinho Sí
Pero, sin duda, el mayor enfrentamiento lo mantuvo con el símbolo del madridismo, Iker Casillas. Incluso la afición parecía dividirse en un duelo que no interesaba a la entidad. Tras la lesión de Iker, cuando luchaba con Adán por el puesto, llegó Diego López, y sus magníficas actuaciones relegaron al banquillo a Casillas. Da la sensación de que Mou no quería otorgar la titularidad a Iker, y encontró en Diego su mejor aliado, pues nadie puede discutir ahora mismo su dominio bajo palos. Igualmente, Pepe sucumbió ante la irrupción de un sensacional Varane, y en este caso, poco tenía que ver la simpatía con su compatriota, pues el central portugués fue perdiendo sitio en el 11 del Madrid. Lo cual es un hecho irrefutable de coherencia y personalidad del técnico.

Mourinho No
El duelo con Casillas supuso una división total de la afición en torno a dos frentes, los seguidores de Mou y los defensores de un capitán que siempre dio ejemplo en el campo. Su suplencia frente a Adán no tenía sentido, más allá de iniciar una tensión que alcanzaba niveles alejados de lo meramente deportivo. Desafió también a la afición plantándose en el Bernabéu para recibir pitos o aplausos de su público, una actitud más propia de su un superego que del máximo dirigente de la plantilla del Real Madrid.


Han sido tres años de Mourinhismo en la liga española. Un entrenador capaz de lo mejor y lo peor. De crear un clima de antimadridismo como hacía tiempo que no se respiraba, pero también de generar una fe y reconocimiento único en una gran parte de la afición madridista. Hasta ahora. Un técnico que contó con el respaldo total de Florentino, que defendió lo indefendible del mismo. Un míster que frenó al Barcelona, que consiguió que los irónicos “Mourinho Quédate” fueran un quebradero de cabeza para las gargantas que clamaban su mensaje con ironía. Una personalidad única, criticado en mil y una ocasiones por la prensa que, sin duda, notara su ausencia cuando ya no esté en el Real Madrid.


Dani Mozas
@danigonzamozas

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