El Madrid juega con fuego

Con la increíble actuación de Guaita y un Valencia muy ordenado, el Barca se pone a cuatro puntos. El Madrid ha visto reducida su ventaja de diez puntos y, hoy, la diferencia empieza a ser preocupante. El peligro no esta en el margen actual, si tenemos en cuenta la regularidad de este equipo. Pero si se mira hacia atrás, la ventaja era muy cómoda y el aire soplaba a favor, con ecos que daban la Liga por ganada en febrero. Ahora entran las dudas, es probable y lógica una cierta relajación del Madrid, y también son evidentes las muestras de cansancio y agotamiento de muchos jugadores. Frente a los valencianos, la máxima de atacar con todo, buscando sobrepasar al rival por aplastamiento, no tuvo el éxito cosechado a lo largo de la temporada. 

Mourinho tiene que convencer, no a la prensa o a la opinión pública, sino a su plantilla que esta Liga se ganará, o mejor dicho, no se perderá. El portugués debe olvidarse de declaraciones o actuaciones que provoquen el nerviosismo y la inquietud dentro del vestuario, porque la dependencia hacia lo que haga o diga el míster es brutal. En la memoria el partido de Villareal, el equipo acabó perdiendo los papeles, empezando por su entrenador. Es este momento Mourinho tiene, una tarea, preparar a un Real Madrid deprimido para afrontar un final de temporada crucial. 

Y si se mira el calendario, el vértigo es inevitable. Los blancos visitan a Atlético y Athletic, actuales semifinalistas de la Europa League, esa competición que Platini se quiere cargar. La ventaja, quizás, la irregularidad de ambos en la Liga. La salida a Pamplona se presumía peligrosa y acabó en goleada. El Barca espera en el Camp Nou, el clásico será decisivo esta temporada. Ciertos sectores, ya sitúan al Barca a un punto dando por jugado el partido. Estas voces son las mismas que dan la Liga por perdida hace un mes. La realidad es muy sencilla, ni antes estaba la Liga en el bolsillo, ni ahora esta perdida. La última piedra en el camino es el Sevilla, duro rival. Messi recordará el penalti parado por Javi Varas. En ese partido los sevillanos sacaron un empate de Barcelona. 

En la Champions, el Bayer Munich quiere jugar la final en su estadio y venderá cara su derrota. Los alemanes declaran estar al nivel del Madrid, aunque conocen sus debilidades. De forma inteligente ceden la presión a los merengues obligados a llegar a la final.