En
partidos como el de anoche no creo que sea adecuado señalar a uno u otro
jugador como culpable de la derrota, pero qué duda cabe que la actuación del brasileño
ha dejado mucho que desear y su marcha del Bernabéu este verano parece algo más
que probable.
El Real
Madrid se encontraba a mitad de la segunda parte con el agua al cuello, sin
dominio del balón y con el equipo mermado físicamente. Probablemente, el
esfuerzo físico del clásico del sábado pasado, exigió mucho al equipo, en la víspera
de un encuentro vital de Champions, frente a un Bayern de vacaciones en la
Bundesliga.
Es en
ese momento de incertidumbre, cuando corría el minuto 70, en el que Mourinho da
entrada a Kaká por un Di María, fatigado hasta la extenuación. A
priori, el cambio supondría un mayor control del balón en el medio del campo
para frenar ese dominio alemán, pero desencaminados estábamos. El brasileño, fresco y contra un adversario ya cansado,
fue una sombra en el campo de aquel gran jugador que deslumbró antes de su
llegada a Chamartín. Un futbolista, que en el día de ayer, no fue capaz de
aguantar la posesión para su equipo, estuvo lento en sus acciones y "para más
inri" falló uno de los penaltis .No quiero ser ventajista con el penalti y por
eso lo dejo como su último error.
Sin
embargo, es inaceptable que un jugador que lleva varias semanas sin participar,
precisamente por dejadez de sus funciones en el Calderón, (cuando “Mou” lo cambió
al descanso por no correr en la recuperación del balón) salga al campo
caminando, sin tensión y como si la cosa no fuera con él. Yo he sido de los
pocos que siempre ha defendido al brasileño, a pesar de sus continuos errores, esperando
que callara la boca de todos aquellos que lo han criticado durante meses, pero he de aceptar la realidad de que Kaká no es un jugador para el Real Madrid
en estos instantes. Su ritmo está lejos de partidos de este nivel, su calidad
es incuestionable, pero no sólo con eso basta a estas alturas de temporada. La
frialdad que ha mostrado en un momento
clave del partido, deja muy a las claras que no puede seguir vistiendo la
camiseta madridista. Incluso a Granero que entró en la prórroga, se le vio con
una mayor predisposición para robar el balón e hizo una buena actuación, con pocos
minutos para demostrar. De esta manera, el Real Madrid debería intentar sacar
el máximo provecho de su venta este verano y que sea feliz en el PSG, porque su
ciclo en el Bernabéu se ha acabado sin pena ni gloria, para desgracia
madridista.
P.D: Con
esto no quiero decir que la eliminación del Real Madrid sea culpa de Kaká, pero
tenía que expresar mi decepción con un fichaje que en su día llegó a ilusionar
más que el de Cristiano Ronaldo y que hoy, un día clave, ha mostrado su
verdadera versión.
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