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jueves, 10 de enero de 2013

Cristiano tira del carro

El Real Madrid cosechó una cómoda victoria frente a un Celta débil e inoperante. El equipo merengue se metió en cuartos gracias a un hat-trick de Cristiano Ronaldo. El portugués tomó las riendas del equipo y acabó ovacionado por la afición blanco. Khedira redondeo el marcador en los minutos finales.



En dos minutos, Cristiano Ronaldo consiguió remontar la eliminatoria y de paso alegró la noche a un Bernabéu acostumbrado a sufrir. Eso sí, el gol tempranero cogió por sorpresa a los más rezagados. Paco Herrera dejó fuera del once titular a Iago Aspas y Oubiña, pero pronto comprendió su error. El Celta saltó al campo derrotado. Las rotaciones pasaron factura a un equipo que demostró no tener banquillo y para colmo, se encerró atrás en busca de una contra que nunca llegó. El portugués se sacó un disparo durísimo que sorprendió a Sergio Álvarez. El portero vigués quizás se confió demasiado pero cuando intento reaccionar poco pudo hacer. Cristiano se echó el equipo a la espalda y demostró ser un jugador clave para el conjunto merengue. Salió enchufado, con el gol entre ceja y ceja, y contagió a todos sus compañeros de una mentalidad ganadora clave en estos momentos difíciles.

El Madrid dominó el centro del campo con un Xabi Alonso estelar y Modric repartió calidad a cada pase, mientras la movilidad de Benzema y Cristiano volvían locos a los defensas rivales. El portugués compensó a un francés desacertado, algo común este año. Sin apenas presión del Celta, el equipo blanco sacaba el balón con bastante comodidad. Los vigueses despertaron con tímidas llegadas al área merengue pero pagaron su atrevimiento con otro gol. Modric sacó a pasear el tiralíneas y envió un balón perfecto a la espalda de los centrales para que Cristiano rematará la jugada.  El luso hizo de delantero, se coló entre los defensas y definió con un toque sutil. El equipo se volcó en busca de la goleada mostrando un despliegue ofensivo propio de otros años. Mientras, Ayza Gámez evitó el tercero de Ronaldo, tras inventarse su asistente un fuera de juego ridículo e inexistente. La primera parte acabó con una amarilla decisiva para Sergio Ramos después de un coche con De Lucas, jugada que marcaría el devenir del partido.

Xabi Alonso se retiró lesionado al descanso, con problemas en el cuello,  y Mourinho decidió dar entrada a Varane. El entrenador portugués reorganizó la defensa madridista y puso a Essien de mediocentro. Por su parte, Herrera metió en el campo a Iago Aspas. El Madrid perdió profundidad y mostró un juego carente de ideas. El ritmo del partido se volvió cansino y a falta de ideas, se impuso el desorden. La situación empeoró tras la justa expulsión de Ramos. En otro lance con De Lucas, el sevillano dejó la pierna demasiado alta, y está golpeo al delantero vigués en el pecho. Segunda amarilla y expulsado. El Celta cabalgó hacia la prorroga, y Casillas evitó males mayores con dos esplendidas paradas, cuando su equipo peor estaba. Pero los blanquiazules descuidaron su retaguardia y el ‘pistolero’ Cristiano no perdonó. En un contra letal sentenció el partido y completó el hat-trick que le había negado el asistente. Para finalizar, Khedira sacó su alma de goleador y maquilló el resultado. Y el pase, como no de Cristiano.

Sin duda, un partido clave que puede marcar un punto de inflexión en el juego madridista y que recuerda a los partidos donde el  Real Madrid arrollaba a sus rivales con Cristiano Ronaldo como estandarte y figura decisiva. A estas alturas, el luso lleva 174 goles en sus 172 partidos en el equipo blanco y ya está entre los siete máximos goleadores del club, a sólo 8 goles de un mito, Paco Gento.

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