Pages

jueves, 24 de enero de 2013

El Madrid espera rival en semis

El equipo merengue pagó caro su pase a semifinales de la Copa del Rey. En un saque de esquina, Casillas sufrió un golpe en la mano que le obligó a abandonar el campo, además Di Maria y Coentrao acabaron expulsados. Casi simbólico el resultado. Benzema adelantó al Madrid y Tino Costa consiguió establecer el empate final. 

El tercer encuentro entre Madrid y Valencia en una semana, resultó ser una mera anécdota. Nada hubiera cambiado de no disputarse. La eliminatoria ya estaba condicionada por el resultado del partido liguero disputado el domingo. Ambos equipos tenían en la mente la goleada blanca en poco más de media hora. Los valencianos saltaron al campo bastante comedidos. Con su referencia ofensiva en la grada, pensaron más en no volver a decepcionar a su afición que en remontar. Valverde planteó una defensa ordenada y dio instrucciones de presionar de medio campo en adelante. Insuficiente para conseguir el pase a semis. Por su parte, un Madrid muy estático intento como siempre una contra letal. En los primeros minutos, muchos aficionados ches recordaron la dolorosa derrota en Liga. El equipo blanco dispuso de una ocasión inmejorable para rematar la eliminatoria. Cristiano culminó un contragolpe con un potente tira a la derecha de Guaita. El portero, en una demostración de reflejos, desvió como pudo el balón y de paso salvo a su equipo. El Valencia seguía soñando con la remontada a la vez que se mostraba sin determinación para tomar las riendas del partido. Solo a balón parado consiguieron inquietar a la defensa blanca. Poco más. 


Un partido demasiado tranquilo que pronto se pondría interesante (más bien morboso). En un corner, Casillas se lesionó en un mano en un choque fortuito con Arbeloa. El capitán no se recuperó del golpe y abandonó el terreno de juego. Adán, esta vez segundo portero, saltó al campo. En un instante, todas las miradas se centraron en la portería blanca. Mourinho debió pensar que se trataba de una broma. Pero no, aunque no parecía sufrir una rotura, Casillas se sentó en el banco con una bolsa de hielo en su mano. De vuelta al campo, el conjunto merengue probó en varias ocasiones a la zaga valenciana hasta que se produjo el fallo. Ricardo Costa, en una acción digna de un auténtico tuercebotas, no logró despejar el balón. A su espalda, Benzema recogió el regalito y adelantó a los madridistas. El francés por una vez no estaba en fuera de juego. Como en la ida, unos dominaron (esta vez sin ocasiones ni árbitros de por medio) y otros pusieron el gol.

Bajo la sombra de la manita, el resultado era bastante honroso. El Valencia se marchó al descanso con un derrota mínima, aunque se opciones de pasar, a la vista de la actitud del equipo. La segunda parte se presentaba aburrida pero los blancos se empeñaron en animar el partido. Coentrao, el portugués rebelde, recibió la segunda amarilla. El lateral está en caída libre, y, la vuelta de un Marcelo, en forma, se antoja una prioridad. El Madrid aguantó bien con diez, tampoco tenía que arriesgar. Mientras, el conjunto valenciano apretó de forma tímida y consiguió el empate. Tino Costa lanzó una falta escorada, en apariencia inofensiva, que acabó colándose en la portería merengue. El balón atravesó un bosque de piernas (y al propio Adán) y entró en la portería. 

La igualdad en el marcador no animó a un Valencia en superioridad sobre el campo. La noche acabó con una jugada absurda, lamentable o como queráis llamarla. Di María quiso redondear su temporada (hasta la fecha) con una expulsión de verdad. De esas que no dejan lugar a dudas. El argentino suma un rendimiento pésimo este año, se permite hablar sobre los árbitros y cuando juega un partido bien, según él, "tapa bocas". Pues bien, en un cruce de cables soltó una coz a Joao Pereira, en busca de la roja. Y el colegiado se la concedió. Dos expulsiones y una lesión. El Madrid salió tocado de Mestalla pero demostró ser superior sin necesidad de ayudas. Que tome nota Di Maria.

No hay comentarios:

Publicar un comentario