El
crack portugués anota dos de los tres goles madridistas que dan el pase a la
final de la Copa del Rey. El Barca no pudo nunca sobrepasar la férrea defensa
de los blancos y decepcionan en su feudo, dónde sólo pudieron anotar un gol, ya
en el minuto 89 de Jordi Alba.
El
partido empezó con un Barcelona enchufado con una clara ocasión de Messi que
cruza sin fortuna a la derecha de la portería de Diego López. A partir de este
momento, la inoperancia azulgrana se acrecentó con un gran dominio del balón,
como de costumbre, pero sin hacer ningún tipo de daño a la pareja Varane-Ramos.
Los
blancos salían continuamente al contrataque con bastantes espacios, puesto que, los de
Roura no se ejercitaron en las tareas de presión tan habituales y que tanto
resultados les han dado. Debido a esto, sería Cristiano Ronaldo quién se
erigiría como el héroe del día al quebrar en el área a Piqué, provocar el
penalti y además anotarlo. Los merengues se veían recompensados en su primer
acercamiento al área rival.
El
resto de la primera mitad, continuaría con el mismo guión en el juego, aunque
puede que los blaugranas se centraran en otros aspectos del juego como pueden
ser las protestas al árbitro, más que de hacer lo que realmente saben, jugar al
fútbol. Algo que les pasço factura durante todo el encuentro.
Ya en
la segunda mitad, por si quedaba alguna duda de que equipo estaba mejor, fue Di
María quién a pase de Khedira en largo propiciaría la jugada del partido al
dejar sentado a Puyol y el rechace al disparo lo cogería Cristiano Ronaldo para
perforar la meta barcelonista por segunda vez.
De ahí
al final, sólo un superlativo Varane a la salida de un córner y Jordi Alba en
el ocaso del partido alterarían el resultado. Ahora el Madrid se verá las caras
en la final ante el Sevilla o el Atlético de Madrid.
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