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lunes, 10 de junio de 2013

Nadal, único en Roland Garros

El tenista español Rafael Nadal ha ganado la final de Roland Garros, disputada contra su compatriota, el alicantino David Ferrer, en tres sets, con un resultado de 6-3, 6-2 y 6-3. Con esta victoria el balear entra en la historia del torneo de París y de la historia del tenis. Se convierte en el primer tenista en ganar ocho veces un mismo torneo de Gran Slam, el duodécimo de su carrera. Por delante de él se encuentran grandes figuras y referentes del tenis como Pete Sampras con 14 y Roger Federer con 17.


La victoria no fue fácil pues enfrente tenía a David Ferrer. Amigos fuera de la pista, se conocen bien y se han enfrentado en numerosas veces, con balance del lado del balear. El juego de Rafa en palabras de David increíble, con un ritmo regular y constante. El alicantino, en plena madurez deportiva, comenzó con gran fuerza el partido con golpes sólidos, lo que hizo a Nadal fallar más de la cuenta, e incluso llegaron a estar 3-3 en el primer set, que término adjudicándose el manacorí por 6-3. El segundo fue más rápido, 6-2. Sería en el primero y en el tercero donde Ferrer opuso una mayor resistencia a su rival. Con tres sets llenos de pasión e intensidad y con un tenis repleto de alternativas, ambos jugadores hicieron disfrutar a los aficionados en París. Nadal encaminado hacia su victoria y en pleno rendimiento no dio opción a Ferrer, más bajo de ánimo y cometiendo demasiadas inseguridades y golpes inseguros que le hacían fallar más de la cuenta. Nadal arrancó la segunda manga con un 3-0 (lo que completaba un parcial de 7-0). Ferrer intentaba alargar el partido lo máximo posible; pero el balear imponía un ritmo apabullante ante el que poco podía hacer. El alicantino consiguió ganar dos juegos, aunque no pasó de ahí. A fuerza de grandes y decisivos golpes, Nadal concluyó el set con 6-2.

Con dos sets en contra el partido se hacía cuesta arriba. Ferrer, jugador testarudo como pocos, luchaba y luchaba cada punto, pero enfrente un Nadal que devolvía todas las bolas y poco podía hacer el alicantino. La única esperanza podía ser la amenaza de lluvia que podía marcar un punto de inflexión en el partido a favor de Ferrer. Finalmente aunque cayendo gotas, el partido no se detuvo y Nadal continuaba su recital hasta hacerse con su octavo trofeo de Roland Garros. Sin grandes complicaciones, el balear ganó los tres siguientes juegos, para concluir el partido y dejar su nombre escrito para siempre en lo más alto del palmarés de Roland Garros.

Nadal emocionado y con los ojos empapados en lágrimas escuchaba atento el himno español en París que le consagraba una vez más como el rey de Roland Garros. En su cabeza los malos momentos pasado, los 7 meses de lesión y la lucha por recuperarse y poder volver lo antes posible a las pistas. Comedido como siempre tuvo palabras de agradecimiento a la organización y por supuesto a su rival y amigo, David Ferrer. Una gran final entre dos grandes.

Ahora le tocará preparar Wimbledon, pues se confirma que no estará en el torneo alemán sobre hierba de Halle. Una superficie en la que el mallorquín no es tan experto, pero en la que también ganó en 2010. 

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