El Athletic consiguió la victoria (4-2) frente al Schalke en
un partido apasionante. Raúl remontó con un doblete y fue el alma de su equipo.
Llorente (2), De Marcos y Muniain remataron el encuentro y la eliminatoria.
En los primeros minutos, el
Athletic de Bilbao no estuvo cómodo frente a un Schalke 04 peligroso a la
contra. Los leones mermados por los últimos resultados ligueros, no mostraron
la agresividad y fuerza que tumbó al Manchester. Los alemanes llevaron el
peligro con transiciones rápidas e internadas por banda. Con Ander Herrera y
Llorente tocados, el juego ofensivo estuvo condicionado a las incursiones de
Muniaín o De Marcos. Pero la situación se puso de cara con el gol de Llorente,
que no perdonó el fallo de Hildebrand. El Schalke respondió en las botas de su
capitán. Raúl recibió un centro de Uchida y en el área pequeña resolvió con
facilidad. El ‘7 de Alemania’ levantó el ánimo de sus compañeros con el empate y
llevo todo el peligro en el ataque alemán. El español demostró con 35 años ser
un jugador decisivo en las grandes citas. Nada que reprochar. Su olfato
goleador reapareció en forma de volea y puso a su equipo por delante en el
marcador. La verdad, faltan los adjetivos para definir el trabajo y el
compromiso del madrileño. Se lució, caño incluido a Llorente y por momentos se vio
venir el hat-trick. Pero la mejor versión de Raúl no pudo con un equipo joven y
ambicioso.
El Athletic respondió con un
cabezazo de Llorente a la salida de un corner. Pasado (Raúl se resiste a serlo) y presente (Llorente) del fútbol
español echaron un pulso durante muchos minutos. La juventud se impusó y el
Schalke pagó caro los esfuerzos. La garra apareció y De Marcos y Muniain
sentenciaron el partido. La tregua final llegó con el pitido final. Puro espectáculo
lo vivido esta noche en Gelsenkirchen.
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