La gran
victoria cosechada por Fernando Alonso ayer en Malasia, conseguida a través de
una estrategia bien elaborada por el equipo Ferrari, en la coyuntura de la
lluvia y el buen hacer del asturiano, coloca al piloto de la escudería italiana
al frente del mundial, a pesar de las graves debilidades del F2012.
En este
primer tramo de temporada alejado de tierras europeas, se esperaba dentro de la
escudería Ferrari perder el menor número de puntos posibles en los primeros
grandes premios, hasta la llegada a España en Mayo de la F1, en Maranello, a
sabiendas de lo poco competitivo que estaba siendo el coche en los entrenamientos
previos a la temporada. En cambio, ha sucedido todo lo contrario gracias a las
condiciones meteorológicas de Malasia que favorecieron la destreza de Alonso en
agua, además de consolidar a Ferrari como un coche muy competitivo en
condiciones adversas. Con tan poco a su favor, el piloto asturiano encabeza el
Mundial de F1, pero todos sabemos que esta situación está muy separada de la
realidad de la escudería italiana.
El
coche tiene una velocidad punta menor que la de sus competidores, lo que
facilita a sus rivales adelantarles y por otro lado a Fernando le falta un
escudero en carrera que favorezca su progreso. Las soluciones pasan por
desarrollar el coche urgentemente, ya se piensa en sustituir el chasis por
completo y por otro lado, buscar sustituto a Massa, ante el retroceso del
piloto brasileño. Todo esto ha de llegar cuanto antes para que Alonso mantenga
su puesto de privilegio, ya que no siempre va a estar la lluvia para enmascarar
las deficiencias del coche, como vimos ayer cuando la pista se estaba secando y
el Sauber de Pérez era más rápido que todo un Ferrari. Como diría Domenicalli,”Avanti
Fer” ,a lo que añadiría “dargli una
macchina”
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