El Real
Madrid se proclama campeón en San Mamés gracias a los goles de Higuaín, Ozil. Los
blancos saltaron al campo ansiosos, sentenciando el encuentro en apenas veinte
minutos. El Bilbao apenas dispuso de ocasiones hasta el balón al travesaño de
Ibai Gómez. La segunda mitad no tuvo historia, el Madrid controló el juego y Cristiano
materializaba el tercero a la salida de un córner, contribuyendo a la victoria
y por lo tanto a la consecución del título.
El
equipo merengue consigue de esta forma su 32ª Liga de una manera espectacular, superando
el record de goles de Toshack y pasando por encima al que posiblemente sea el
mejor equipo del mundo, el Barcelona. Un campeonato merecido por los hombres de
Mou, unos jugadores que han luchado desde el inicio de temporada por
reconquistar una competición que hacía cuatro años que no conseguía el club. La
regularidad de este equipo ha sido envidiable durante todo el año, con sólo un
partido perdido (frente al Barcelona) y unos resultados fuera de casa
espectaculares.
Un año
largo, complicado para los madridistas, con subidas y bajadas anímicas, de gran
presión, pero con una recompensa extraordinaria para una plantilla entregada en
cuerpo y alma a este objetivo. Un equipo que ha sabido sobreponerse a duros
varapalos como la derrota en el Bernabéu frente al Barcelona, la eliminación de
Copa y la eliminación de Champions hace una semana.
La liga
ya es blanca, un campeonato merecido por juego y puntos. Mañana a las 19:00h la
Cibeles se pondrá de gala para recibir a los blancos, un evento en el que se
esperan miles de aficionados blancos para alabar la labor de unos jugadores que
han conseguido una liga de record.
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