Los amarillos vencen por la mínima en un encuentro marcado por una
actuación arbitral que no contenta a los visitantes, puesto que se
vieron en inferioridad numérica desde el minuto 37 por la expulsión de
Carlos Ruiz. Un castigo quizá excesivo a tenor de la entrada.
Hasta ese momento el encuentro había sido muy igualado, sin claridad
en el ataque, sólo alterado por un cabezazo a la red de Murillo en fuera
de juego. De resto pocas ocasiones y falta de buen juego.
Ya en la segunda mitad, los canarios aprovecharon la superioridad
sobre el terreno de juego y se pusieron por delante en el marcador con
gol del eterno Javi Guerrero. Pignol se incorpora al ataque, llega a
línea de fondo y centra raso para que Santamaría rechace al punto de
penalti, dónde Guerrero la pone de forma extraordinaria en la escuadra. A
partir de este momento, Las Palmas aguardó en defensa la búsqueda del
contragolpe final para sentenciar el encuentro sin fortuna. Tal es así
que que los de Claudio Barragán pudieron igualar la contienda en su
único remate a portería, en el minuto 93, a cabezazo del ex amarillo
Samuel contra el poste izquierdo.
Además de Samuel, volvieron al que fuera su estadio Yuri y el portero Santamaría, pitado por la grada.
Un partido sin mucha historia que ganan los locales por su inercia
ganadora de estas últimas semanas. Una victoria que supone la quinta
consecutiva entre Copa del Rey y Liga. Con este resultado se colocan a
cuatro puntos de la promoción, tres por encima del descenso y ya espera
un Hércules mermado por su situación institucional.
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