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jueves, 21 de febrero de 2013

El Mercedes W04, un monoplaza de contrastes



En estos primeros compases de la pretemporada, el nuevo coche de la escudería alemana ha dejado sensaciones contradictorias en sus primeros pasos, tras alternar averías significativas con tiempos extraordinarios. Aun quedan unas jornadas de entrenamientos y habrá que ver hasta dónde puede llegar realmente de las manos de Hamilton y Rosberg.

Ya en el día de su presentación, el W04 presentaba claros síntomas de una evolución continuista y se consideraba bastante decepcionante, al igual que su antecesor el W03. Un coche que realmente no presenta mejoras significativas, a excepción de la aplicación de los nuevos escapes, efecto Coanda y ligeras modificaciones en el “morro de pato”. De resto, prácticamente el mismo monoplaza que acabó la temporada pasada, por lo que parece que ni con la llegada del fichaje estrella de la temporada, Lewis Hamilton, han podido dar una mayor vuelta de tuerca.
En su puesta en pista, se le añadirían a esos primeros problemas evolutivos, los problemas de fiabilidad. El alemán, Nico Rosberg fue el que sufrió el primero de los reveses  de su recién estrenado W04 en Jerez, al rodar sólo once vueltas en su entrenamiento inicial, teniendo que retirarse después de que su motor casi saliera ardiendo. Un incidente que no quedó  ahí, sino que al día siguiente el propio Hamilton acabó impactando contra las barreras del circuito, después de que los frenos traseros sufrieran una pérdida de presión y no permitieran al inglés dar el giro pertinente en la curva. El piloto saldría ileso del coche pero la preocupación era evidente dado el mal comienzo en dos días seguidos de test.
Sin embargo, tras este mal inicio, tanto los pilotos como los ingenieros se pusieron las pilas para revertir la situación, tanto que Rosberg en el tercer día de entrenos dio hasta 150 giros para recuperar el tiempo perdido y Hamilton en el cuarto pudo probar el DRS pasivo, realizar un programa muy completo con diferentes tandas y una simulación de carrera, en sus 145 vueltas. Una vuelta a la normalidad, aunque aún lejos de los puestos de cabeza, debido también a que al haber sufrido un retraso en su puesta a punto, no pudieron simular ninguna vuelta rápida.
Sería la llegada a Barcelona, en dónde se celebran estos días los segundos entrenamientos de pretemporada, el lugar adecuado para ver realmente la capacidad del Mercedes W04. Aquí ya la escudería pudo ponerse a prueba con el resto de competidores y sorprendieron a propios y extraños, al lograr el mejor tiempo de la jornada 1’22’’616, con Rosber al volante, delante de Sebastian Vettel a más de 6 décimas. Una buena noticia para el equipo, a pesar del problema sufrido en la caja de cambios durante la sesión. De hecho el propio piloto resaltaba los continuos problemas que están teniendo, "es una pena que tengamos que trabajar en eso…", admite. "Tenemos demasiados problemas de fiabilidad en este momento. Aparte de eso, sin duda vamos en la dirección correcta".
Por todo ello, en estos momentos es probable pensar que el monoplaza es bastante similar al del año pasado, con el que tanto Rosberg como Schumacher eran capaces de grandes clasificaciones pero en normalmente acababan fuera de carrera por culpa de la fiabilidad. Mucho trabajo le queda a Mercedes de aquí a comenzar la temporada.

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