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domingo, 17 de marzo de 2013

Y apareció Kimi



El finlandés se proclama vencedor del Gran Premio de Australia 2103,  con una estrategia medida que desbarata los planes de los pilotos que partieron desde la cabeza. Alonso ha finalizado segundo, justo por delante de su máximo rival, Sebastian Vettel.
El Lotus supo conservar los neumáticos a diferencia de sus rivales, por que Raikkonen nunca tuvo grandes peleas en la pista y lo fio todo al no desfallecimiento de las gomas, una táctica que hizo imposible el carrerón del bicampeón español. De hecho la victoria sorprendió a toda la parrilla, después de ir únicamente a dos paradas en lugar de las tres habituales. Aunque además de esto, el ritmo del monoplaza ha sido verdaderamente bueno. Se presenta un duro rival que parte con ventaja al haber comprendido mejor que nadie a los Pirelli y habrá que ver si la escudería británica está a la altura para seguir innovando el coche durante la temporada
Alonso por su parte, realizó una gran salida que pronto le situaría en tercera posición sólo superado por Massa y Vettel. Una situación que comenzaría a variar con una espléndida segunda parada de Ferrari, que adelantándose una vuelta sobre la de Vettel le arrebataría un puesto que ya nunca cedería. Acierto de los de Maranello, que parecen en otro mundo después del mal inicio de la campaña pasada. Ritmo bueno, gran velocidad punta, buena salida y habilidad de los ingenieros. La combinación de todas ellas ha propiciado este segundo puesto y primer asalto ganado a Red Bull contra todo pronóstico.
El perjudicado, Vettel. Buena salida del alemán, como de costumbre, pero con la gran diferencia de que nunca pudo sacar distancia a su más inmediatos perseguidores. La ventaja que mantienen los sábados, a una vuelta, parece no existir los domingos en carrera. Incluso la distancia con Alonso a final de las 58 vueltas fue de diez segundos. Una ventaja que pocas veces se pudo ver la temporada pasada. Primer contratiempo de la escudería austriaca en este loco inicio.
Ya en la torna de los derrotados, por decirlo así, se encuentran un Massa, que  a pesar de realizar un buen fin de semana le falta ese “punch” para pelear de tú a tú con Fernando en carrera. Poca agresividad que unida a la mala estrategia que idearon con él dan ese cuarto puesto. Motivos no le faltan para molestarse con el equipo, pero debe tener claro cuál es su rol. Un rol que Webber debe ver ahora más que nítido. El australiano partía de la segunda plaza y acabó sexto. Muy mala salida del segundo piloto de Red Bull, que cedió posiciones para perderse en tierra de nadie.
Aunque la peor parte de la historia se la lleva Mclaren, que han sido muy decepcionantes en calificación y carrera, con muy malas elecciones de las gomas, un ritmo inferior a los equipos punteros y demasiada degradación de los Pirelli. No han comenzado con buen pie, pero se espera de ellos que reviertan la situación, simplemente por el presupuesto.
Y por último, Hamilton. El británico hizo todo lo que pudo con un monoplaza que acumula problemas técnicos, como se pudo ver en el abandono de su compañero Rosberg y que también tiene una gran degradación de los compuestos. Sin embargo, este quinto puesto le debe saber a gloria como piedra de toque en la nueva escudería.
Un gran inicio de Mundial que pone todas las cartas boca arriba y parece que espera una gran temporada con varios equipos en la pelea. Ojalá se repite el inicio de la campaña pasada con siete pilotos diferentes llevándose los siete primeros Grandes Premios.

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