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viernes, 31 de mayo de 2013

Mismo discurso, único objetivo

Durante esta semana han sido varios los futbolistas amarillos que han pasado por rueda de prensa y todos reman en la misma dirección, ganar los dos partidos y esperar el tan ansiado "pinchazo" de la Ponferradina en sus citas. Declaraciones que suscribe al completo Sergio Lobera y que manifiesta la fuerte unión del vestuario en estos momentos difíciles.

No arrancaba bien la marcha amarilla en su preparación del próximo encuentro ante el Numancia después del terrible batacazo sufrido en Miranda el pasado fin de semana. La pesadumbre se apoderada de todos después del tropiezo y de la victoria cosechada por la "Ponfe" al día siguiente en Murcia. Rabia, indignación y decepción eran algunos de los muchos sentimientos que se podían encontrar en las redes sociales en torno al equipo e incluso a la figura del técnico. Nadie se podía creer como a falta de dos jornadas la UD se veía fuera del playoff tras tres jornadas sin cosechar la victoria. Por todo ello, parecía que la semana se iba a hacer demasiado larga y tormentosa.

Sin embargo, ya el mismo lunes los jugadores comenzaron a plantear el mismo discurso que el mister ha plasmado en su rueda de prensa, la unión de la plantilla y el cambio de chip. Uno de los pesos pesados del vestuario, Momo ya mostraba sus impresiones considerado que " todavía se puede y vamos a sumar los seis puntos" al tiempo que sentenciaba "tenemos que estar más unidos que nunca". Un mensaje que también repetiría Andy Pando ante los micrófonos. Primera toma de contacto de la semana y se ponía de manifiesto cuál era la conjura a seguir, mensaje al aficionado para que pueble las gradas del Gran Canaria ante el próximo reto.

Más allá de estas palabras y quizás más crítico con la situación actual se posicionaba Javi Guerrero, que comentaba "ante todo hay que ser positivo y después volver a que cada uno saque lo mejor de sí y tenga la confianza que a lo mejor ha faltado este último mes", añadiendo que "tenemos que jugar nuestro partido, ganarlo y esperar". Misma sintonía que su compañero Mariano Barbosa que decía  "hay que mantener la fe, ser positivos y ganar el fin de semana". Había que ser positivos y no caer en el desánimo es el mensaje, ya que cualquier resultado que no sea una victoria en casa puede acabar con las aspiraciones amarillas a falta de la última jornada.

Por otro lado, Tato apelaba a la presión al dirigirse a la Ponferradina "confío en que a la Ponferradina le pueda la presión, pero nosotros tenemos que ganar los seis puntos". Un deseo amarillo que pasa porque jugadores como él puedan perforar la meta rival durante estos dos últimos encuentros tras la sequía de las tres últimas jornadas, aunque puede que esto no sea tan preocupante sino más bien la falta de ocasiones. Algo que el propio mister ha apostillado hoy "preocupa la falta de gol en los últimos partidos, no estamos generando como antes y el grado de eficacia es menor". Además, comentaba que ha sido la temporada más dura desde que está en el banquillo amarillo y lanzó dos claros mensajes para terminar su intervención, en primer lugar "sería imperdonable que falláramos, se dieran los resultados y nosotros nos seamos capaces de sacar el resultado" y que "la afición sabe lo que nos jugamos y ojalá sea un domingo de magia".

Muchos mensajes, conjuras y reuniones que han venido acompañadas de tres entrenamientos a puerta cerrada. Discrección absoluta y aislamiento de cara al trascendental encuentro del domingo. Fuera de esto, lo que está claro que una vez que salten al terreno de juego toda esta semana quedará en segundo plano y lo único que quedará será su rendimiento en el campo. Salir con mucha intensidad es la clave y si el equipo amarillo consigue adelantarse rápido en el marcador será un añadido de presión para el equipo leonés. Fin de semana de carrusel de partido, dónde las radios echarán humo y dónde ganar es la obligación. PioPio

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